Economía circular
El sellado por ultrasonido es idóneo para procesar materiales reciclables
Durante la soldadura por contacto térmico convencional, el calor debe conducirse hacia el interior de la pieza a través de las capas externas. Cuando se sellan monomateriales, debido a la escasa diferencia entre las temperaturas de fusión de la capa de soporte y de la capa de sellado, la temperatura de las herramientas de termosellado debe mantenerse en niveles muy bajos para evitar el daño térmico de la capa de soporte. Esto eleva el riesgo de que la fusión de las capas de sellado sea insuficiente y, por consiguiente, de que haya fugas en el empaque. Este tipo de daño térmico en la capa de soporte se evita gracias a la tecnología de sellado por ultrasonidos, pues el calor necesario para fundir el material plástico se genera dentro de las capas de sellado y las herramientas de ultrasonido frías pueden disipar con rapidez el calor que se produce”.
Valentin Buchty, gerente de equipo de Desarrollo de Aplicaciones para Materiales de Empaquetado de Herrmann Ultrasonidos, comenta lo siguiente:
“La tecnología de ultrasonidos ofrece buenos resultados de sellado incluso con límites de proceso estrechos, en particular con respecto a la hermeticidad y al aspecto visual del producto. La expansión térmica se reduce al mínimo. Los procesos térmicos tienen la desventaja de la entrada excesiva de calor, particularmente en la soldadura continua de bandas de película. Eso puede ocasionar la elongación incontrolada de la banda de película y, en consecuencia, afectar al proceso”.
Además, los monomateriales son más susceptibles a la contracción de la película, pues las capas de soporte son menos estables desde el punto de vista mecánico y térmico. Esto puede ocasionar el deterioro de la apariencia visual de las líneas de sellado. Además, la ausencia de aluminio dificulta el procesamiento de los materiales laminares novedosos. Esto se debe a que la capa de aluminio permite la disipación rápida del exceso de calor desde la línea de sellado y era la forma convencional de aumentar la estabilidad mecánica de la lámina compuesta. Gracias a las ventajas técnicas del procesamiento, la soldadura por ultrasonido permite superar estos retos de la economía circular y el método se adecúa muy bien al uso de materiales compuestos con o sin aluminio. El uso de monomateriales también aumenta el riesgo de adhesión. El sellado por ultrasonido permite contrarrestar este problema gracias al uso de herramientas frías. Esto tiene otros efectos positivos, pues reduce los tiempos de inactividad y también elimina la necesidad de usar materiales consumibles como, por ejemplo, las cintas termorresistentes de teflón.
En el laboratorio de ultrasonido de Herrmann Ultrasonidos hemos constatado un aumento en el número de consultas que tienen que ver con los materiales reciclables novedosos, en particular desde que muchas empresas de la industria alimentaria comenzaron a fijarse metas de sostenibilidad elevadas. Este asunto ha alcanzado incluso a los organismos legislativos. En Inglaterra, por ejemplo, se han prohibido los materiales compuestos. Además de los monomateriales, el sellado por ultrasonido de materiales laminados de cartón sin barrera de aluminio ya es un proceso consolidado, y los bioplásticos ―como el ácido poliláctico (PLA, por sus siglas en inglés)― también exhiben buenas propiedades de sellado por ultrasonido.